jueves, 29 de octubre de 2015

OBSESIÓN (reflexión personal)

 OBSESIÓN
                 (reflexión personal)

                                     por: Jorge Godoy




       Olvídate completamente de cruzar las puertas de la obsesión y veras que las cosas te irán mucho mejor.


     Se que es difícil olvidarse de los anhelos, de aquellos que han sido siempre desvelos para los sueños, pero día a día,  ellos , cuando se procuran irrealizables, dan un paso adelante hacia la frustración. 
  
     Y si para vivir, es necesario, dejar de lado, olvidarse, por completo, de cuanta cosa hemos deseado con vehemencia, y hoy, debemos poner punto final, imperiosamente, hay que ponerlo. 


     Comprender que las cosas que abundan en el mundo, solo sirven para que a cada uno le toque , apenas , solo algunas, es también comprender  que cada cosa tiene una finalidad, y cada cosa no va a cambiar, a transformarse, simplemente porque uno viva toda la vida esperándolas en demasía y con ansias.




Estimado Lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada.

   

martes, 13 de octubre de 2015

CUENTO:DON PEDRO Y EL SAPO

           DON PEDRO Y EL SAPO
                    (CUENTO)                 

                                                                              DE: JORGE GODOY

  


     Don pedro miraba al sapo y le quería hacer algunas preguntas, lo miraba fijo a los ojos y este ponía esa mirada que tienen todos los sapos, desinteresada. 
     El sabia que no podía confiar en ningún ser humano y don Pedro sabia que si hacia algún movimiento, un pestañeo o algún dedo de su mano se movía, el sapo daría media vuelta y se escondería detrás de alguna planta o bien, huiría saltando como saben hacer ellos buscando el agua. 

     Don pedro estaba sentado en su silla de madera con asiento de paja azul, tomando mate, en la vereda. Y el sapo estaba a medio camino, sentado en el pasto, a la misma distancia de el, estaba la zanja, la del agua. Una zanja que era no muy profunda pero llena de barro ennegrecido, con bastante agua estancada como la mayoría de ellas en las calles del barrio que eran de tierra.

     Al mate se le estaba enfriando el agua, la yerba le pedía auxilio, casi nadaba. Era solo algunas preguntas las que le quería hacer don Pedro al sapo, preguntas que había querido hacer toda su vida, y como hacerla ese era su problema, sabia muy bien que los sapos no hablan, así que no le respondería. También sabia que los sapos no lo entenderían, que ellos no sabían su lenguaje, que tal vez ni siquiera lo escucharían.

    Pero se tenia que atrever, ensayo mentalmente, como para no asustarlo y que este se fuera, una y otra vez algunas preguntas. Pero si le hablaba, preguntadole parecería un estúpido. Nadie había a su alrededor así que podía preguntarle tranquilamente, nadie lo escucharía, nadie lo trataría de estúpido. Así que trago un poco de saliva, tomo coraje y ensayo en voz grave, para no asustar al sapo, la pregunta.

    ---¿Sapo, alguna vez alguien te ha llamado por otro nombre que no sea el de sapo?

    El sapo seguía mirando hacia adelante, ni se movió. 

    Dicen que los sapos saben tener bueno oídos.
A lo mejor me escucho y no sabe como contestarme, pensó rápidamente don Pedro. Que tal si le hago otra pregunta, a lo mejor me la contesta.

    ---¿Sapo, alguna vez te han dicho que tienes cara de otra cosa que no fuera de sapo?

    Y el sapo, esta vez giro su vista hacia el, lo contemplo, se movió apenas con un saltito pequeño pero dudoso hacia el lado adonde estaba el, luego abrió la boca saco un poquito la lengua y emitió un típico ruido que en su lenguaje habitual suena como ¡Croac!

    Don Pedro tomo a esto como una respuesta, si bien no entendía todavía el croac del sapo, no tardo en darle algún significado. Lo primero que intuyo era que el sapo le había dado a entender su desagrado ante la pregunta. 
   ¡Claro! como no se va a enojar si le hago preguntas obvias. ¿Como se me ocurre preguntarle si lo llaman sapo? Y como lo van a llamar si es un sapo. ¿ Y cara de que le van decir? Si tiene cara de sapo. Pensaba, analizaba, mientras trataba de no moverse para no asustar al animal, porque todavía le faltaba hacerle otra pregunta mas.

    Pensó por un breve momento que tenia que cambiar de táctica y para llamar mas la atención del sapo debía preguntar lo que el quería saber y darle a entender así la razón por la cual le había hecho esas preguntas. Para el era obvio que el sapo le estaba preguntando  ¿Que es lo quieres saber? Entonces lanzo su pregunta:

    ---¿Sapo, porque la gente me llama viejo y no Pedro, si ese es mi nombre?, y ¿Porque me dicen cara de sapo, si yo tengo cara de ser humano?

    El sapo esta vez se puso tenso, inflo su garganta, lo miro un momento largo,  hasta que retiro su mirada de el y la dirigió otra vez, de nuevo,  al horizonte, desinflo su garganta y con unos saltos se escapo rápidamente a la zanja y se zambullo perdiéndose de la vista de don Pedro. 
     Don Pedro tardo en comprender el mensaje, pero pensando un poco mas pudo entender que el sapo si le había dado una respuesta. 

     La primera conclusión a la que llego era que si alguien no lo llamaba por su nombre, el no debía contestarle y permanecer impávido pero atento como lo había hecho el sapo ante el. 

     La segunda era que si alguien lo ofendía en su apariencia física, lo debería mirar fijamente y decirle solo pocas palabras demostrándole que es lo que no le gusta de el. 
     
     Y la tercera conclusión a que llego don Pedro era que si alguien continuaba con las ofensas y las agresiones, era preferible guardarse de la ira, darse media vuelta e irse, porque siempre era preferible retirarse y no ponerse a discutir perdiendo el tiempo con los estúpidos


                                                              FIN

Estimado lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada.