lunes, 19 de diciembre de 2016

LENGUAS ACOSTUMBRADAS

     LENGUAS ACOSTUMBRADAS   


       Y así andan nuestras lenguas, avanzando,
muy de a poco, como avanzan las aguas del mar sobre las playas. Algunas desaparecen y otras aparecen en otros lugares, cambiadas, modificadas, con respecto al lugar, a las costumbres de los lugareños, mezclándose con las suyas, haciendo algo nuevo, como las mezclas que se hacen con las harinas para hacer un pan, con el tiempo, con distintas manos, se va formando lo novedoso, la materia necesaria para la gente del futuro, para la gente que no las entendemos, ni queremos entender.
       Cada cual vive su época, que es maravillosa y no hay forma de que se pueda dar el brazo a torcer en cuestiones culturales, en cuanto al hombre nos respecta. Como yo, o como otros, que andando caminos preparativos de viejos, no nos place cambiar de costumbres, por comodidad, por seguridad o por gusto no mas. 

FIN


Por : Jorge Godoy 
Diciembre de 2016
En Buenos Aires

viernes, 30 de septiembre de 2016

LOS REFLEJOS

                LOS REFLEJOS

      

     Esferas, matices, espectros. Deambulan al cerrarse nuestros ojos, producto de la luz, acumulada en la retina por un instante. Como diciendo, lo que veo, ya lo vi, pero ahora lo entiendo. Tan solo un segundo para resolver, dilucidar algo nuevo. Para entender, razonar y elaborar una estrategia de conducta.

     Como granos de arena, en millones de fragmentos, se unen para formar lo uniforme, lo explicable, lo entendible, lo mas razonable. Un fragmento de cultura a su tiempo y en su tiempo. No, mas allá, mas adelante o mas atrás, sino que en su lugar exacto, que multiplicado por tanta cantidad de almas, generan un genero. 

     Plausible de verdad, como lo absoluto e irremediable. Que sucede, ocurre, ante nuestros ojos. Lo que no se puede cambiar aunque no nos guste. Esta ahí. Vive allí, sin negación.

     Y en lo oscuro de la noche, la oscuridad acaricia suavemente con ternura, haciendo descansar a las retinas azoradas por el cansancio diurno.

                                                     FIN


Por: Jorge Godoy
Buenos Aires, setiembre 2016.


Estimado Lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada

jueves, 21 de julio de 2016

TORTAS FRITAS




          TORTAS FRITAS

                                                          
                                                                                           Por: Jorge Godoy




         En mi casa, tengo una ventana..., una ventana por la cual, miro todo el día, miro la gente que pasa por la calle. La ventana es el contacto que tengo con el mundo. A través de ella veo como los vecinos pasan a hacer los compras durante todo el día. Van y vienen con sus changuitos. Hoy que es sábado pasan menos mujeres y mas hombres, los hombres pasan con materiales para el arreglo de sus casas, se las compran a un ferretero que tiene un local de ventas muy grande acá a la vuelta de mi casa. Hoy que es sábado, día no laborable para muchos, muchos hombre jóvenes y otros no tan jóvenes, aprovechan para hacer refacciones en sus casas, y así, miro también como pasan, mis días, mis años, hasta que algún día, yo, ya no este mas. 


      Desde que mi mujer no esta mas conmigo, ese es casi mi único entretenimiento, aunque también miro la televisión, la puse justo al lado de la ventana, a propósito, de paso miro si alguien pasa, porque ese es mi único pasatiempo. Ya no viene nadie a mi casa a visitarme como antes que sabían venir mas seguido. Venían mis hijos con sus mujeres y, venían con ellos mis nietos, para jugar con el abuelo y la abuela. Pero ya vienen muy poco, de vez en cuando, dicen... que están muy ocupados. Yo siempre preparaba algo para compartir entre mate y mate con ellos. Me gustaba hacer los días como hoy, tortas fritas. Me salían unas ricas tortas fritas, a la grasa, como a mi me gustaban. Me la pasaba amasando en estos días grises, como hoy. A veces venían mis amigos, a veces también traían a su familia y otras veces, las mas espaciadas, venían mis parientes. 


     Con mi esposa pasábamos horas y horas mirando la televisión compartiendo esas tortas fritas con el mate. Ya no las hago mas. Una verdadera lastima, porque, me salían bastante bien y eran muy ricas. Pero... desde que ella no esta se me hace mas difícil hacerlas, no se pero... desde que me siento tan solo deje de hacer ciertas cosas acostumbradas durante muchos años y, que nunca había dejado de hacer. Las hacia con tanto gusto, ahora que me acuerdo, pero también me acuerdo que lo hacia mucha veces, solo para darle un gusto a mi querida mujer.


                                              FIN



Estimado lector, muchas gracias y sera hasta la próxima entrada

sábado, 2 de julio de 2016

NADIE ME DIJO

                          NADIE ME DIJO   
                                                                                   



                                                                                                               


    Nadie me dijo que al fulano se lo habían llevado 
entre varios uniformados, a la fuerza, un día por la tarde en verano.

    Preguntar por preguntar, daba lo mismo, todos me decían que no sabían nada, aunque todos sabíamos en que andaba el fulano.  

    Cosa extraña para un barrio, adonde la mayoría de las casas se habían construido de a poco, de abajo, en la extrema pobreza, de la nada, mirándose cara a cara cada uno a través de los alambrados, de que forma manejaba la cuchara de albañil, colocando un ladrillo mas cada día, cada semana, cada año. 

    Pero claro, a medida que el tiempo transcurrió, también transcurrió el progreso y el progreso no solo trajo adelantos, si no que trajo divisiones separaciones y mas adelante, desencantos. 

    Con el fulano que también entre ladrillos, se nos fue, entre mate y mate en las tardes calurosas de verano, entre los cantos de las ranas y los yuyos largos.

    En los reflejos de la luna sobre las aguas amarronadas de la laguna de movimientos escasos, hervidero de mosquitos que la excavadora convirtió un día en barro.

    Nadie me dijo que al fulano se lo habían llevado un día varios uniformados, a la fuerza, un día por la tarde en verano.


                                    FIN



 Estimado Lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada.
                                
  

De: Jorge Godoy
Julio de 2016
En Buenos Aires.    

miércoles, 6 de abril de 2016

SEMEJANTES (poesía)

              SEMEJANTES
                 (Poesía)



      Yace sobre una lomada 
      mi planta aquella, 
      la que un día adorno con flores 
      su figura bella. 

      La de mi amada, la de ella 
      también la preferida, 
      que hoy sabe a flor marchita
      y luce perdida.

      Una con otra se marcharon 
      dejando reflejos,
      año tras año en mis añoranzas
      allá a lo lejos.

      Recuerdo hoy sus semejanzas 
      con lo mas hermoso
      que tuvieron sus dos vidas 
      comparadas en el gozo.


        

      De: Jorge Godoy
      Buenos Aires, abril de 2016


 Estimado Lector muchas gracias y sera hasta la próxima entrada.

martes, 22 de marzo de 2016

REMEMBRANZA


                                                                             

     REMEMBRANZA
                         

                                                                                     de: Jorge Godoy




      Años de las mayores alegrías, 
     saben decirse entre tantos años a lo lejos, 
     mis memorias que se ponen a escarbar lo añejo. 
     
     Con sumo orgullo y son mías, 
     suenan como truenos en las tempestades 
     las que quiero escuchar de aquellos pasares. 

     Profusos ecos de esos días,      
     que hoy dejan al descubierto lo acaecido 
     para el disfrute de mi remembranza por lo vivido.

     
        De: Jorge Godoy
        Buenos Aires 
        Marzo de 2016          

                  

jueves, 21 de enero de 2016

VIEJOS


       VIEJOS 
                         

                                             
         Si tuvieras la oportunidad de viajar por el tiempo e irías setenta años atrás, maltratarías a algún niño. Te burlarías de ellos, acaso, le pegarías a alguno, o tal vez los reprenderías. 

         Ojala no lo hagas. Yo creo que no lo harás. Ahora bien, cuando vuelvas a nuestros días, recuerda eso que viste y mira ahora a la gente mayor, a esos que todos llamamos con desprecio, "viejos". 
  
         Son ellos, son los mismos niños que viste.

         
         No maltrates a los viejos, ellos también algún día fueron niños


Gracias.
Jorge Godoy.