Por: Jorge Godoy
Los paraguas importados que comenzaron a ser vendidos por los primeros vendedores ambulantes,
( hoy , Manteros) en plena calle Florida, allá por los 70, no estremeció en lo mas mínimo a ninguna autoridad nacional; en cuanto a que esta forma de comercio podía o no, hacer mermar la producción nacional. De hecho y a la par, que se vendían excelentes paraguas de mano con bastones largos y mangos de madera lustrados en las coquetas tiendas de hombres y damas de Buenos Aires. Igualmente, siguieron durante mas de una década vendiéndose paraguas muy finos y elegantes para el caballero y las damas por los comerciantes nacionales. Ya para ese entonces habían entrado los taiwaneses y, los brasileros y, los chinos recién asomaban, ahí, a la espera de que el mundo tomara otra dirección en cuanto a pensamientos Políticos.
De a poco, se fueron deshaciendo esas centenarias ideologías que los pocos socios principales del mundo comercial, habían establecidos para vivir de arriba; como siempre, del mundo subdesarrollado; aclaremos bien que somos América Latina, Asia y África. Y se hizo la luz nomas, a la miercoles con las barreras ideológicas; capitalismo y comunismo unidos para comerciar, para vendernos a nosotros, los subdesarrollados sus baratijas. Y así sucumbieron de a poco las pocas fabricas de paraguas allá por los años 80. Ni que hablar de arreglar paraguas, menos. Negocios y negocios tuvieron que cerrar ante la avalancha de paraguas importados. Y hete aquí que aquello que dijeron nuestros gobernantes en los años 70, en cuanto a que abrir la importación hacia mejorar el mercado por la competencia en cuanto a precio y a calidad se referían, termino siendo todo un chamuyo.
Mucha gente hizo mucha plata con lo importado y cada 10 años aparece otro presidente mas que dice lo mismo y así seguimos. De a poco nos quedamos sin fabricas y de a poco regresamos al siglo 18 cuando no fabricábamos nada, importábamos todo, pero claro solo eramos unos cuantos miles, mezclados entre indios, mestizos y españoles y algunos ingleses. Hoy, no hay indios ni mestizos ni españoles ni ingleses y somos mas de 40 millones y, estamos como ellos, sin fabricar nada.
Las fabricas se redujeron a pequeños talleres, las grandes tiendas a simples mercaditos y así anda la cosa nomas por estos lares. Esperemos que algún día algún gobierno levante las banderas de la honestidad, del trabajo y de la paz. Esperemos porque nos hace mucha falta.
Estimados Lectores, muchas gracias y hasta la próxima entrada.
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